domingo, 23 de mayo de 2021

UNA ESTRATEGIA DIVINA

 


Por:

W A L T H E R


Una estrategia proporcionada por la eterna Trinidad, para contrarrestar permanentemente la tentación (la herencia caída que es el germen contaminante y dominante en el ser) es procurar permanecer seducido voluntariamente por la gracia de Cristo, ésta es insuflada mediante la sola y positiva disposición del sujeto objeto de la tentación.

El proceso cautivante que nos dirige a la victoria permanente, desde una perspectiva humana inicia con la convicción de que hay cosas que en la experiencia cristiana son consideradas vitales, como es el alimento para el cuerpo físico, así también en la experiencia espiritual viva y genuina hay un alimento, éste alimento es una persona, Jesús!

Jesús es una persona con la cual no hemos interactuado física y corporalmente y no lo haremos en toda nuestra experiencia terrenal, sin embargo sí podemos relacionarnos con él personalmente creyendo en su presencia real y personal, más no corpórea. E aquí un misterioso pergamino para ser desenrollado desde la exclusiva experiencia individual.

Las palabras, las hojas de papel e incluso la lectura o enseñanza de los textos bíblicos no tienen poder per se, sólo son un conjunto de elementos y actos físicos destinados a perpetuar el testimonio de Dios al hombre, éstas cobran vida y sentido cuando hacemos nuestro el relato leído o escuchado, cuando llegamos a la conclusión que no hay congéneres a quien podamos acudir y que puedan responder de forma prodigiosa a nuestras necesidades más angustiosas, es decir, que sean capaces de intervenir en la limitada humanidad con sus leyes físicas y químicamente inmutables. Cuando somos afectados por situaciones que nos desbordan y nos vuelven impotentes. Ahí, cuando todo lo humano es inútil, nos acordamos de aquel que no hemos visto, con quien jamás cenamos, dormimos o caminamos, sin embargo nos aferramos al relato de su vida y obra, de pronto tenemos la certeza que nos escucha, nos habla, nos ama y es posible recibir respuestas multiformes tan asombrosas que es mejor no intentar describirlas, nos aferramos con desesperación a esa persona descrita en los textos bíblicos, y ya está! Comienza a desplegarse el misterioso pergamino, en otras palabras, encontramos una puerta que por largo tiempo supimos estaba entreabierta, por la que ahora entramos a un mundo nuevo para no ceder jamás a la tentación ni retroceder a la indiferencia.

Una estrategia dada por Dios para anular la tentación, es mantenerse en constante meditación bíblica, contemplando a aquel que es la luz referencial. Procurar un dialogo creyente de carácter ambulatorio, pues la tentación es el olvido ocasional de Dios.

Insto a todos quienes vean esa puerta entreabierta del misterioso pergamino, a dejar de mirar el entorno humano fugaz y débil, a recorrer hacia adelante y hacia arriba cada palabra de aquel que como faro luminoso nos indica el camino a la meta.