miércoles, 19 de agosto de 2020

VULNERABILIDAD ESPIRITUAL


 

Por:

 W A L T H E R
 

 A propósito de un reciente ataque que recibí de un esclavo de Satanás (alguno de sus ángeles caídos) mientras yacía en mi cama y llevaba varios minutos de haber logrado dormir y que como resultado obtuve un desvelo de aquellos que te arruinan la noche, es que decidí no perder mi tiempo y ponerme a trabajar, es decir eché andar la maquinaria mental para generar la reflexión correspondiente.

De forma casi automática vinieron a mi mente los versículos referentes al ataque/posesión que sufrió el apóstol Pedro; "Dijo también el Señor: "Simón, Simón, Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo" (Luc 22:31) Y no pude menos que aplicarme a mi mismo esa experiencia. La posesión demoníaca (esporádica) es ciertamente un ataque espiritual y cada ataque no se lanza si no se abriga la esperanza de éxito y el éxito depende de la vulnerabilidad ya observada y estudiada de quien ataca (espero desarrollar más estas ideas en mi libro)

La pregunta es: ¿en que consiste esa vulnerabilidad que te hace objeto de agresión espiritual? Respondo: La información que tu mismo envías al enemigo, consistente en palabras, prácticas y conductas pecaminosas que proveen datos necesarios para que el enemigo sepa lo que tienes en tu mente. Ahora bien, esa condición de vulnerabilidad en la que podemos encontrarnos es como dejarle la puerta abierta al ladrón, es una señal indirecta de asentimiento, es como el vigía irresponsable que se duerme creyendo que un par de minutos de inconsciencia no podrían tener consecuencias graves, mientras tanto las tropas enemigas pasan delante de sus narices.

Bueno, para finalizar les cuento que a los segundos de haber percibido la presencia del intruso en mi cuerpo clame a Dios por liberación en el nombre de Jesús y así fue, fui libre al instante!

El caminar cristiano al igual que el de Pedro dura toda nuestra existencia terrena, y aunque profesamos ser discípulos del Maestro Divino jamas debemos bajar la guardia "Hermanos, no considero haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago, olvido lo que queda atrás, me extiendo a lo que está delante" (Filipenses 3:13)

 Mientras Satanás sea el príncipe de este mundo debemos mantenernos absolutamente bajo la cobertura de Dios, cerrando ventanas y puertas ante el posible asedio, y en constante alerta espiritual, en una disposición de lucha, esto es una guerra espiritual sin pausa ni descanso, debemos comprender que para ser un centinela invencible libre de posesiones/derrotas no debemos JAMÁS quitarnos la armadura que sólo Dios puede conceder, una armadura impenetrable! Sólo así conservaremos nuestra mente y cuerpo sano, santo y libre, reservados solo para el Consolador, el Espíritu Santo. 

"Pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte. Y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos" (Luc. 22:32)

 ALELUYA!!

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