Por:
A propósito de un reciente ataque que recibí de un esclavo de Satanás
(alguno de sus ángeles caídos) mientras yacía en mi cama y llevaba
varios minutos de haber logrado dormir y que como resultado obtuve un
desvelo de aquellos que te arruinan la noche, es que decidí no perder mi
tiempo y ponerme a trabajar, es decir eché andar la maquinaria mental
para generar la reflexión correspondiente.
De forma casi
automática vinieron a mi mente los versículos referentes al
ataque/posesión que sufrió el apóstol Pedro; "Dijo también el Señor: "Simón, Simón, Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo" (Luc 22:31) Y no pude menos
que aplicarme a mi mismo esa experiencia. La posesión demoníaca
(esporádica) es ciertamente un ataque espiritual y cada ataque no se
lanza si no se abriga la esperanza de éxito y el éxito depende de la
vulnerabilidad ya observada y estudiada de quien ataca (espero
desarrollar más estas ideas en mi libro)
La pregunta es: ¿en que
consiste esa vulnerabilidad que te hace objeto de agresión espiritual?
Respondo: La información que tu mismo envías al enemigo, consistente
en palabras, prácticas y conductas pecaminosas que proveen datos
necesarios para que el enemigo sepa lo que tienes en tu mente. Ahora
bien, esa condición de vulnerabilidad en la que podemos encontrarnos es
como dejarle la puerta abierta al ladrón, es una señal indirecta de
asentimiento, es como el vigía irresponsable que se duerme creyendo que
un par de minutos de inconsciencia no podrían tener consecuencias graves,
mientras tanto las tropas enemigas pasan delante de sus narices.
Bueno,
para finalizar les cuento que a los segundos de haber percibido la
presencia del intruso en mi cuerpo clame a Dios por liberación en el nombre de Jesús y así fue, fui libre al instante!
El caminar
cristiano al igual que el de Pedro dura toda nuestra existencia terrena,
y aunque profesamos ser discípulos del Maestro Divino jamas debemos
bajar la guardia "Hermanos, no considero haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago, olvido lo que queda atrás, me extiendo a lo que está delante" (Filipenses 3:13)
Mientras Satanás sea el príncipe de este mundo debemos mantenernos absolutamente bajo la cobertura de Dios, cerrando ventanas y puertas ante el posible asedio, y en constante alerta espiritual, en una disposición de lucha, esto es una guerra espiritual sin pausa ni descanso, debemos comprender que para ser un centinela invencible libre de posesiones/derrotas no debemos JAMÁS quitarnos la armadura que sólo Dios puede conceder, una armadura impenetrable! Sólo así conservaremos nuestra mente y cuerpo sano, santo y libre, reservados solo para el Consolador, el Espíritu Santo.
"Pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte. Y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos" (Luc. 22:32)
ALELUYA!!
Link para compartir: https://vozpensante.blogspot.com/2020/08/vulnerabilidad-espiritual.html